Se ha de entender que un colombófilo al tomar una paloma en sus manos debe sentir al instante las cualidades y defectos que tiene y sacar una valoración conjunta. Aun así cuando una paloma convence en ésta primera impresión a la mano, viene una segunda valoración que se efectuaría y es que el antebrazo tenga una longitud adecuada en la paloma en cualquier caso que sea lo mas corto posible.
El antebrazo imprime velocidad a la paloma, los otros dos componentes son la trasala y el final del ala.
El tercer elemento y básico es el brazo , éste debe de ser lo más corto posible. Cuando la proporción entre el brazo y el antebrazo es la adecuada el cansancio durante el vuelo queda repartido en ambos segmentos y, por tanto, se consigue retrasar la fatiga.
No nos sirve de nada si la paloma tiene un cuerpo perfecto y tiene que pararse por la desproporción del brazo que la lleva al reparto desigual del esfuerzo en una de los dos segmentos y al posterior agotamiento por el esfuerzo.
Todo esto nos puede llevar a detectar palomas capaces de ganar en cualquier distancia, palomas que se diferenciaran de sus hermanos, por ser mucho mejores que ellos en los concursos, pero no debemos olvidar que en las palomas confluyen mas factores que no son solo los físicos, como son la capacidad de orientación o la inteligencia y éstos no los podemos cuantifica de la misma manera.
Aún así existen los colombófilos intuitivos que eligen una u otra paloma y no se equivocan, aunque no puedan explicar él por qué.
Vía:.canariasracingpigeon.com