Todo colombófilo conoce lo común que és que después de un entrenamiento o una carrera alguna de las palomas encestadas regrese con algún tipo de lesión de mayor o menor importancia. Es parte del desarrollo de ésta actividad y dependiendo de la gravedad de la misma algunas aves son recuperables para la competición y otras, en el mejor de los casos sólo se podrán destinar al palomar de reproducción si la valía del individuo lo merece y la calidad de la misma está demostrada.
La capacidad de las palomas de recuperarse de heridas graves es asombrosa, llegando a sobrevivir a desgarros de rapaces o alcances de disparos.
Tipos de lesiones en palomas deportivas
Según la gravedad de la herida deberemos actuar de un modo u otro con el fin de resolver el estado del ave de la mejor forma posible, pudiendo encontrarnos los siguientes casos:
Lesiones importantes que afectan a la capacidad del ave para sobrevivir, presentando cortes graves, perforación de los sacos aéreos u otros órganos internos importantes. La supervivencia de la paloma es más que dudosa y el sacrificio puede ser la única opción.
Lesiones que limitan su vida deportiva pero no son mortales; una pata rota. Si el pedigree del ave lo vale, sus progenitores o sus propios méritos deportivos lo certifican destinar para la reproducción al ave puede ser la única salida.
Lesiones de las extremidades: patas o quilla rotas. Dependiendo de la valía del animal o de la fé que el colombófilo le tenga se podrá intentar recuperar al ave de estas lesiones para la vida deportiva o en su defecto destinarlo a la cría si lo merece.
Contusiones y golpes. No siempre se detectan éste tipo de golpes contra cables u otro tipo de obstáculos pero de no hacerlo corremos el riesgo de enviar a la siguiente carrera a una paloma que no está ni en forma ni recuperada de tal lesión y por tanto mucho más expuesta a los riesgos de una nueva suelta. La observación e incluso la inspección en las manos deben permitirnos detectar a priori estos problemas.
Lesiones menores como cortes, pérdidas de plumas, abrasiones, etc… El ave, con un tratamiento adecuado y tiempo para recuperarse puede recuperar la forma al 100% e integrarla en la vida deportiva, aunque habrá que estar pendiente de su evolución para confirmar que se ha recuperado satisfactoriamente.
En cualquier caso, la experiencia y el buen hacer del colombófilo podrá los medios para recuperar de la mejor forma posible a éstas valerosas aves.