La capacidad de las palomas mensajeras para recordar las rutas de navegación para volver a casa dependen en medida de la complejidad del paisaje por el que transitan.

Las diferencias y contrastes entre zonas urbanas o rurales y elementos geográficos destacados les ayudan de punto de referencia para encontrar el camino de regreso. Así se desprende de un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) y la universidad de Oxford y editado en la revista Biology Letters.

De cómo el paisaje influye en las orientación de las palomas

En dicho estudio se pone de manifiesto la relación entre las características propias del paisaje y la capacidad de memorización del mismo de las palomas que lo sobrevuelan. Cuánto más monótono o contínuo es el mismo, ya sea rural, urbano o agreste, más complicado será para el ave recordar la ruta realizada.  La alternancia de elementos en el paisaje, como hitos geológicos, montañas, valles, campos, etc .. facilitan la capacidad innata del ave de aprender y recordar los lugares que sobrevuela, a no más de 250 metros del suelo como media.

Cuando los vuelos transcurren por zonas uniformes, como grandes extensiones de agua, mares y lagos, entran en juego otros factores de orientación de éstas pequeñas pero extraordinarias aves; magnetismo terrestre, olfato, infrasonidos, … o quizás la suma de todos ellos para concluir con éxito su empeño; regresar a su palomar.

La combinación de distintos sentidos permiten a las palomas memorizar las rutas de regreso a casa.