Ésta es una técnica necesaria de aplicar durante la temporada de vuelos si tenemos una ave al que se le ha roto o dañado gravemente una pluma importante, como las remeras, y queremos seguir manteniéndolo en la competición.
- Se corta la pluma ligeramente por debajo del punto de rotura o doble para conseguir una superficie de corte limpia y regular.
- Obtenemos una pluma de similar características a la rota para insertarla en su cañón.
- Aplicamos a los extremos un poco de adhesivo.
- Introducimos la pluma de repuesto dentro del cañón anterior y … listo.
Un remedio sencillo y fácil de ejecutar para no sacar de la temporada de vuelos a una paloma accidentada.
El injerto de plumas en las palomas
El injerto de plumas no es algo nuevo, se trata de una técnica muy antigua, que fue practicada de forma habitual por los halconeros de la edad media en toda Europa, y aún antes en Asia, desde donde llegó a nosotros, probablemente con los árabes en el año 711.
En la actualidad, el injerto de plumas lo suelen realizar con cierta frecuencia los cetreros con experiencia y algunas personas especializadas en la rehabilitación de aves.
Una pluma bien injertada es prácticamente imposible de distinguir del resto, tanto por su aspecto, como por su rendimiento durante el vuelo, siempre que la manipulación y los materiales empleados sean los adecuados. La paloma por su parte, cuidará su mantenimiento (peinado, engrase, lavado) desde su colocación hasta la próxima muda, con lo que su duración, salvo accidente, será igual a la de las plumas intactas.
Desde el principio de la colombofilia el injerto de plumas ha permitido que muchos ejemplares de gran valía no viesen mermadas sus facultades en el vuelo por la rotura de una o varias plumas, gracias a esta sencilla e interesante estrategia.
La importancia de esta técnica es grande, pues no debemos olvidar que el plumaje es una de las partes más importantes de la anatomía de la paloma mensajera, y si no se encuentra en perfecto estado, el rendimiento deportivo bajará en proporción directa con el deterioro de sus plumas, muy especialmente si se trata de las remigies primarias o secundarias o de las timoneras.
El injerto es por tanto una técnica de gran utilidad en colombofilia y sobre todo es un remedio de urgencia que permite a la paloma mantener su normal rendimiento deportivo hasta la siguiente muda.
Existen varios métodos para la reparación de plumas dependiendo de la zona de fractura de éstas: sustitución parcial o sustitución total de la misma.
En cualquier caso, es recomendable la realización de la sustitución total de la pluma, debido a que en la sustitución parcial es más probable que se vuelva a producir la rotura cerca de la punta de la aguja de injerto.
Para llevar a cabo la sustitución total, el proceso detallado que tenemos que realizar es el siguiente:
- Guardar las plumas más importantes (remigies primarias, secundarias y timoneras) durante la muda, pues las plumas viejas serán el material empleado para reemplazar a las plumas rotas o estropeadas.
- Recoger las plumas lo antes posible, para evitar que se deterioren y si fuera necesario se pondrían a remojo en agua tibia (40º) durante 15 minutos y se lavarían (sin utilizar jabón), dejándolas luego secar completamente.
- Una vez que tengamos las plumas que deseemos conservar, las meteremos secas en una bolsita de plástico, trasparente, que cerraremos herméticamente y guardaremos en lugar seco, fresco y oscuro.
- Con estas precauciones tendremos siempre material en perfectas condiciones para efectuar los injertos y no deberemos olvidar que la pluma a injertar y la deteriorada a reemplazar deben ser lo más similares posibles.
- Para realizar el injerto cortaremos con cuidado cerca de su base la pluma deteriorada intentado conservar al menos una octava parte de la misma, y cortaremos por el mismo sitio la pluma guarda previamente.
- Introduciremos un alfiler sin cabeza de más o menos tres centímetros en el hueco que existe en el cañón de la pluma y “lo clavamos” en la parte que hemos cortado de la pluma deteriorada, a fin de que haga de unión entre las dos partes de la pluma. Aplicaremos sobre esta unión un buen pegamento de secado rápido, con lo que la operación habrá concluido, no sin antes esperar unos minutos sujetando a la paloma hasta que el pegamento este totalmente seco.
Técnica de injertado
1º.- Preparar el área, para lo que emplearemos la cinta adhesiva. Llevaremos hacia atrás las plumas coberteras para dejar visible la base de la pluma.
2º.- La pluma que se va a injertar se debe cortar con el cortaúñas de guillotina a unos 15-25mm desde la piel, si la fractura la tenemos en la base, limpiaremos los bordes con las tijeras de punta fina,, y pondremos una cartulina por debajo para evitar ensuciar el resto.
3º.- Preparamos las varillas de injerto, para lo cual introduciremos la varilla sin cortar en el cañón de la pluma, sin ejercer presión, hasta que no entre más.
4º.- Entonces cortaremos la varilla con una longitud similar a lo que hemos introducido. Los extremos de ésta deben ser redondeados para evitar una posible nueva fractura.
5º.- La varilla ha de insertarse primeramente en el extremo libre de la pluma a injertar, fijándose a ésta con el pegamento de cianoacrilato.
6º.- Se coloca la pluma a injertar, que debe ser la correspondiente, para comprobar la longitud a cortar.
7º.- Introduciremos la varilla en el cañón y colocaremos la pluma en su posición natural. Marcaremos ambos extremos de las secciones con un rotulador para evitar posibles errores en su posterior colocación. Extraeremos el injerto, echaremos pegamento en la varilla y lo volveremos a introducir rápidamente haciendo coincidir las marcas anteriormente realizadas.
8º.- Por último, pondremos una gota de pegamento en la junta de las plumas y echaremos un poco de bicarbonato encima para fortalecer la zona de unión. Este paso lo realizaremos 2 o tres veces tanto por la zona ventral como por la dorsal. Para limpiar el exceso, utilizaremos una lima de uñas de grano fino.
Esperamos que estas breves explicaciones, junto con las ilustraciones que las completa os permitan aproximaros a la técnica de injerto de plumas, obteniendo así buenos resultados con palomas que, de otra forma, sería necesario retirar de la competición o que en el mejor de los casos obtendría una clasificación inferior a sus posibilidades debido a la merma que le produciría, para sus capacidades motoras, la ausencia de una pluma.